Los Aiguamolls de Rufea, situados cerca de la ermita de Butsènit, son un espacio recuperado para usos paisajísticos y educativos que permiten entender y disfrutar de las características de esta zona húmeda de interés ecológico a partir de las lagunas, bosques de ribera y fauna que le son propias.
Surgidos en una antigua gravera, actualmente son una inmensa balsa en la que viven y hacen parada miles de aves estacionarias o migrantes. A su alrededor se ha habilitado un sendero muy agradable y un par de casitas para poder observar a los pájaros sin molestarlos.
También existe una torre que nos permite tener una panorámica excepcional. Rodeada de vegetación propia de zonas húmedas como empapados, tamarindos o vernedes, en las marismas es habitual ver aves acuáticas como pollas de agua, martines pescadores, patos de cuello verde o arpellas.