La construcción del arco o portal neoclásico data del siglo XVIII y cubre, por el lado de la plaza Agelet i Garriga, lo que queda del portal gótico del siglo XV y que se pueden ver desde la calle Mayor y que sustituyó al antiguo portal de Alcántara, del que ya se tienen datos en el siglo XII.
La portalada monumental, con un arco de medio punto, dos pilastras y un frontón superior, actúa como puerta de entrada a la ciudad.
Frente al arco, se exhiben majestuosas las estatuas de los caudillos ilergetes Indíbil y Mandoni, que se inspiraron a partir de una obra de yeso del escultor Medardo Sanmartí.
En el sótano de la casa cercana, (núm. 3 de calle Arc del Pont) se encontraron los restos de un arco gótico.